El éxito depende de numerosos
factores, y algunos de ellos están fuera de nuestro control, como los
condicionamientos genéticos o el simple azar.
Respecto a lo que nada podemos hacer,
sólo nos queda aceptarlo.
Pero hay muchas otras cosas sobre las
que podemos actuar y de las cuales dependerá en gran medida nuestro potencial para
alcanzar o no el éxito.
Te propongo estas 6 sencillas
recomendaciones que pueden ayudarte a conseguirlo:
1-
Concentra tus esfuerzos para
conseguir llegar a ser muy bueno en lo tuyo.
Nadie alcanza el éxito y el
reconocimiento en una actividad si no le dedica primero suficientes horas de
intensa dedicación.
El entrenamiento y el esfuerzo sostenido
son los precursores del éxito.
De acuerdo con diferentes estudios,
para alcanzar un grado de maestría en cualquier actividad se requiere un tiempo
mínimo de 10 años o el equivalente a unas 10.000 horas de práctica.
Así que necesitas decidir a qué te
vas a dedicar y concentrarte en ello.
Evita dispersarte y consigue que el
mundo te identifique con una sola cosa, aquella que has decidido ser.
Vuelca todas tus energías en una sola
dirección.
2-
Planifica y cuéntale a todo el mundo
tus planes.
Una vez que hayas decidido qué
quieres hacer y a qué te vas a dedicar, planifica cómo lo harás.
Sé ambicioso en tus planes.
Elije retos y objetivos capaces de
motivarte.
Dedica tus esfuerzos a empeños en el
que las recompensas, si las cosas salen bien, sean suficientemente grandiosas.
No rebajes tus expectativas.
Elévalas.
Cuéntale a todo el mundo cuáles son
dichas expectativas.
Interiorízalas.
Hazlas públicas.
Comprométete con ellas.
3-
Sigue mejorando siempre. No te
estanques en tu zona de comodidad.
No importa lo bien que llegues a
ejecutar tu oficio, si quieres ser un maestro, necesitas continuar intentando
mejorar cada pequeño detalle.
Resístete a estancarse en tu zona de
comodidad.
Lucha contra la tendencia a
automatizar demasiado pronto las experiencias aprendidas.
Haz un esfuerzo permanente de mejora.
Busca siempre hacer las cosas un poco
mejor de cómo las estás haciendo ahora.
Este esfuerzo y dedicación extra es
lo que te conferirá la ventaja para alcanzar el éxito.
4-
Abre tu mente y aplica tu
inteligencia y sentido de la oportunidad.
Construye tu suerte tratando de estar en el sitio correcto
en el momento adecuado.
El sentido de la oportunidad es clave para que tus
esfuerzos estén bien aplicados.
Busca el nicho del mercado donde puedas destacar y
alcanzar el éxito.
Las personas que están en el lado de la oferta en un
momento en que se produce un fuerte desequilibrio, tienen muchas posibilidades
de alcanzar un éxito rápido.
Aplica todas las capacidades de tu cerebro para tratar de
comprender el mundo.
Trata de intuir y entender hacia dónde está
evolucionando.
No te guíes por la inercia.
No te empantanes en los prejuicios.
Busca nuevos paradigmas, soluciones diferentes,
flexibles y originales.
5-
Alimenta tu confianza, persevera y no
te acostumbres nunca a perder.
El éxito, lo mismo que el fracaso,
conforman ciclos acumulativos que se autoalimentan.
Cuanto más éxito tienes, más
probabilidades tienes de alcanzar nuevos éxitos, y lo mismo sucede respecto a
los fracasos.
Esto se debe a múltiples razones,
pero por encima de todas, se debe al hecho de que el éxito alimenta tu
confianza, mientras que el fracaso la destruye.
Así que haz lo posible por construir
un ciclo de éxito que se alimente a sí mismo, y por evitar un ciclo de fracaso que
tienda a perpetuarse.
Puedes alimentar tu confianza
mediante la voluntad, la perseverancia, los pequeños éxitos, los objetivos
cumplidos, y también siguiendo un estilo
de vida saludable que te asegure un buen equilibrio neuroquímico.
Cada brizna de confianza que ganes,
te acercará un poco más a la senda del éxito permanente.
6-
Nunca pierdas el sentido del humor.
Hagas lo que hagas, nunca podrás evitar por completo
todos los posibles problemas y contratiempos que pueden surgir en la vida.
Debes aceptarlo como una parte normal de tu existencia.
Pero incluso cuando no puedas controlar todos los
acontecimientos que te suceden, siempre puedes influir en el modo como las
adversidades te afectan emocionalmente.
Tienes el poder para modificar tu perspectiva de las
cosas.
Asegúrate de que siempre viaja a tu lado el sentido del
humor.
En la medida en que te ríes de las cosas, las quitas
importancia, te relajas y te sientes aliviado.
Y sientes que, pese a todo, tú siempre sigues manteniendo
el control.
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