domingo, 2 de marzo de 2014

La gran fábrica de borricos

Muchos profesores se quejan, privadamente, de que sus alumnos lleguen a la universidad como pollos desplumados.
Que apenas son capaces de expresar sus ideas en un folio.
Que sus redacciones están plagadas de errores ortográficos y sintácticos.
Y que para la mayoría resolver una raíz cuadrada representa un obstáculo prácticamente insalvable.
La situación no mejora mucho con el paso por la Universidad.